Tengo una herida en mi rostro. Tiene casi una semana conmigo. Le he hecho seguimiento.
Comenzó pequeña y se fue poniendo grande. Creció por dentro y me dolía.
Inevitablemente, más allá de los cánones de la belleza que están involucrados en el tema, me recuerdo de Gabo y su Bioenergética, de las clases de Técnicas Corporales, de la Nana, de Josefina... y llego a la misma reflexión: "Qué me pasa?, Qué oculto?, Qué muestro?, Cuál es la herida?"
Y hago la analogía y me doy cuenta que así son las heridas internas. Tienen su tiempo para sanar. A veces parecen más grandes... a veces parece que fueran a tomarme por entero, a veces parece que desaparecen, a veces sangran y siempre sanan...
He estado acompañando a esta "herida" durante la semana. La he cuidado, he estado pendiente de ella, la he dejado estar, no he luchado con ella para que desaparezca, solo le he puesto la crema para que cure, la he sobado, me echo agua, me trato con cuidado....
Asi, como soy capaz de hacerlo con los dolores internos. Dándole y dándome tiempo. Sobándome cuando me hace falta. Poniéndome mi medicina. Sin lucha. Ya sanará.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario