domingo, mayo 24, 2009

El pitcher y sus cuatro días de descanso


Mi hermano es un gran fanático del béisbol y particularmente, de los Mets de NY. En este momento, el gocho Johan Santana, forma parte de nuestras conversaciones diarias. Estamos orgullosos de él y nos llama la atención el trabajón que tiene dentro del equipo al que pertenece.

La cuestión es que hoy estábamos una vez más conversando sobre el gocho y mi Bro me dice que Santana, como la mayoría de los pitchers abridores, lanza cada cinco días. Y yo le preguntaba sobre lo que hace en los otros cuatro que no está en el campo.

Y mi hermano, me explicó lo siguiente:

Día 1: lanza.
Día 2: descanso total.
Día 3: hacer ejercicios para fortalecer músculos.
Día 4: práctica de picheo.
Día 5: Está presente en el dogout, sigue el juego del pitcher y anota.

Y comienza el ciclo nuevamente.

Me pareció muy interesante este ciclo, pues creo que se parece o quizá deba parecerse a nuestros ciclos de trabajo (aunque tengan otra duración)

Dentro de un proyecto, habrá un momento en que estamos como el lanzador: haciendo el trabajo. Allí, estamos con todo, al 100%, entregados en el terreno. Yo hago la analogía como cuando estoy en un taller o dando clases, que pareciera que no hay espacio para otra cosa que en mi mente que no sea estar allí, en lo que estoy haciendo.

Luego, viene el día del descanso o la desconexión. Versión "unplugged". Es necesario tener ese silencio mental y real, para vaciar. Una gran ayuda para recomenzar.

El tercer día, comienza el movimiento. Puede ser parecido a esto de preparar la mente y el cuerpo para la próxima acción, sin llevar a cabo acciones muy fuertes o que requieran un esfuerzo grande. Por ejemplo, hacer balance de lo hecho, poner en orden las ideas, programar un nuevo taller o una nueva actividad.

Después de este día, ya el pitcher se acerca al terreno y comienza a practicar los lanzamientos. Es el momento de aproximarnos a la acción, de involucrarnos más con el proyecto, de organizar, ver los detalles, entrar en el campo.

El día antes de lanzar, el jugador se sienta en el dogout y anota el juego. Es una manera de calentarse y entrar con la mente en el juego. Mirar a sus compañeros, analizar los innings y lo que va pasando en ellos: involucrarse. Esto lo hacemos en nuestros proyectos cuando estamos justo antes de entrar en ellos, en los preparativos, en las prácticas, en el previo.

Y luego: a lanzar!!! Nos ponemos el uniforme y nos damos con todo en el diamante.

Me encanta esta metáfora y pretendo usarla de ahora en adelante! Cada día y cada etapa de la misma es imprescindible para mi mejor lanzamiento. Solo asi, tendré chance de lanzar mi "no hit, no run".

lunes, mayo 18, 2009

No te salves...


NO TE SALVES 

 
No te quedes inmóvil al borde del camino 
no congeles el júbilo 
no quieras con desgana 
no te salves ahora 
ni nunca. 
 
No te salves 
no te llenes de calma 
no reserves del mundo 
sólo un rincón tranquilo 
no dejes caer lo párpados 
pesados como juicios 
no te quedes sin labios 
no te duermas sin sueño 
no te pienses sin sangre 
no te juzgues sin tiempo. 
 
Pero si 
pese a todo 
no puedes evitarlo 
y congelas el jubilo 
y quieres con desgana 
y te salvas ahora 
y te llenas de calma 
y reservas del mundo 
sólo un rincón tranquilo 
y dejas caer los párpados 
pesados como juicios 
y te secas sin labios 
y te duermes sin sueño 
y te piensas sin sangre 
y te juzgas sin tiempo 
y te quedas inmóvil 
al borde del camino 
y te salvas 
entonces 
no te quedes conmigo.

Autor: Mario Benedetti.

Este es uno de mis poemas preferidos de Benedetti. Lo conocí gracias a la película de Eliseo Subiela "El Lado oscuro del corazón", que tanto impactó causó en mí, por allá por los años de 1994. La miré tantas veces que ya me la sabía de memoria. Hoy, que murió Mario Benedetti, no se me ocurre otra mejor manera de recordarlo que con este poema. De todas maneras, creo que hay gente que sigue viviendo dentro de nosotros. Y quizá este sea uno de estos casos. 


domingo, mayo 10, 2009

Mi primer sueldo

Mi primer trabajo no fue envolviendo regalos en Navidad. Ni tampoco en un Mc Donalds friendo papas o sirviendo helados. Tampoco fui cajera de un abasto (como era mi sueño adolescente)

Mi primer trabajo fue a los 19 años como pasante (reportera) en un diario de la ciudad. Creo que fue en 1993 o 1994, no lo tengo tan claro. 

Yo pensaba, cuando me contrataron, que iba a estar en el periódico cortando cables (los que llegaban de las agencias de noticias), o rehaciendo notas de prensa (las que llegaban a montón de cualquier parte). Pero no, el Jefe de Redacción tenía otros planes para mí.

En mi primer día de trabajo, me mandó a la calle con el gran fotógrafo Luis Vallenilla, a una pauta del Metro de Caracas. Y yo no entendía nada. Al final de la tarde, estaba tan emocionada por el día y el millón de cosas que me pasaron, que ni sé cómo escribí la nota de 60 centímetros que me mandaron a hacer. Fue mi primer texto publicado.

En un primer momento, como pasante, me pagaban unos 12 mil bolívares mensuales. Eso creo. A mí, el sueldo me daba lo mismo, lo que me interesaba realmente era lo que pasaba allí adentro y afuera en la calle. Era muy divertido.

Entre una y otra cosa administrativa, me pagaron al mes y medio de haber comenzado a trabajar. Recuerdo claramente que me dieron un cheque por 17 mil bolivares. Yo estaba super feliz. Mi primer cheque. Mi primer sueldo. Me lo había sudado (literalmente)

No se de dónde me salió la idea. No se si fue propia o ajena. Pero sabía que quería comprarme algo significativo con ese cheque. Algo que no olvidara. Algo que perdurara en el tiempo.

Me fui a la librería del Ateneo, una de las mejores para la época, y me di un regalazo: EL LIBRO "TODO MAFALDA", que me cosstó 12 mil bolívares para ese entonces. Casi todo mi primer cheque se fue en esta obra de Quino.

Fui muy feliz al comprarlo. Era la muestra tangible de mi trabajo.

Aún lo tengo en mi biblioteca. Tiene 16 años conmigo. Y está intacto. Me ha acompañado en diferentes momentos.  Y cada vez que lo veo, recuerdo que es el símbolo tangible del primer sueldo de mi vida.

viernes, mayo 01, 2009

Espejista yo?


Estoy participando en un curso llamado "Psicoterapia Paradigmática", es una formación para terapeutas donde nos enseñan un nuevo modelo de abordaje para parejas y familia. Hasta ahora, ha sido muy interesante.

En la clase pasada estábamos estudiando el tema de las relaciones entre "Narcisistas y Espejistas". Y allí, en medio de la presentación y las guias, tuve una suerte de revelación o "atropellada de locha" que NO fue normal.

Sin entrar en muchos detalles técnicos, la cosa es que los narcisistas están centrados en sí mismo, se aman mucho más de lo que pueden amar a su pareja, se preocupan solo por ellos, suele ser maltratante aunque se describe como maltratado y se idealiza afectivamente.

A la par, los espejistas, son lo contrario: su atención está centrado en el otro, es sumiso, ama más a su pareja que a sí mismo, se preocupa por su pareja más que por sí mismo, puede idealizar a su pareja.

Y allí fue. Me di cuenta que en las relaciones más importantes de mi vida he sido la gran ESPEJISTA. Y me he vinculado con unos grandes NARCISISTAS. Me pasaron por la mente varias películas de mi pasado, y me vi alli, delante de esos hombres a los que amé más que a mí misma, cómo me postergué muchas veces por ellos, cómo olvidé mis necesidades y cómo además me sentí "culpable" muchas veces por no "dar la talla". Por Dios!


Esa fue la parte "mala", por decirlo de alguna manera. La buena, es que me di cuenta también que últimamente he tenido el chance de decir que NO a los Narcisistas que han intentado regresar a mi vida. Me he dado mi lugar y ya no me postergo. Y creo que eso es bueno.

El siguiente paso es encontrarme con un "no narcisista" y quizá desde allí encontrarnos cada uno desde su lugar. 

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